El Jardín de flores de María: Oraciones 251-500
TOTUS TUUS, MARIA !
EL JARDÍN DE FLORES DE MARÍA
Myriam van Nazareth
255. Invocación al Amor Divino 268. Testimonio de honor a la santa sangre de Jesús 269. Testamento del apóstol de la nueva alianza 296. Oración de agradecimiento a María, Mediadora e Intercesora 297. El Ave María del Amor 298. Acto de anhelo de amor celestial 299. Ofrenda en sacrificio de mis dolores por mis semejantes 300. Invocación al Inmaculado Corazón de María 308. Saludo de amor a María 315. Acto de condolencia a María en el Sábado de Gloria 316. Oración de petición a María por la conversión de un alma desorientada 322. Promesa diaria a María 327. Oración de ruego de un servidor de María 334. Acto de esperanza en María 335. Letanía a María por conversiones 338. Oración de ruego a María por un alma en la hora de su muerte 340. Invocación en la necesidad, por la liberación de todo lo malo 342. Letanía al santísimo nombre de María 345. Oración para pedir a María por la Paz del Mundo 354. Oración a María, Esposa del Espíritu Santo 358. Oración de ruego de los padres a María por fuerza y perseverancia 359. El Memorare del Divino Redentor Jesucristo 360. Oración a María, Madre de la unción celestial 366. Oración de ruego a María por un alma “descarrilada“ 369. Consagración a María para el camino 370. Beso de oración a María, la llave de mi alma 374. Invitación al Espíritu Santo 379. Oración por el bautismo espiritual 382. Oración de consuelo en una iglesia abandonada 383. Oración a Santa María Magdalena por una nueva vida 384. Credo del misterio de la redención 386. Oración diaria por las intenciones de María 394. Memorare del Espíritu Santo 397. Invocación a María, Madre de las lágrimas 398. Oración de ruego a María por una gracia 399. Oración de ruego a María por resistencia hacia lo malo 401. Consagración nocturna del alma atormentada a María 406. Oración a María por la liberación de las almas del purgatorio 410. Invocación a Jesús Resucitado 412. Invocación al Espíritu Santo por iluminación 413. Invocación al Espíritu Santo por la salvación del mundo 415. Diario reconocimiento del cristiano 416. Beso de oración al Misterio del Supremo Amor 417. Oración de petición a María por la liberación de un alma atormentada 418. Oración de ruego a María para la liberación del mundo de las garras del maligno 419. Oración de ruego a María por Su gobierno sobre mi ser 421. Oración al Padre Eterno por renovación a través del Espíritu Santo 422. Canto de alabanza a la magnificencia de María 423. Oración a María, voz del silencio celestial 424. Oración a María, manantial de flores celestiales 425. Oración a María por la paz celestial 427. Invocación al Espiritu Santo por el bautismo con el Fuego Santo 428. Invocación al Espíritu Santo por el fuego de Pentecostés 429. Consagración a María para la purificación y liberación 430. Oración de ruego a María, la Reina de los Santos 438. Acto de anhelo por el reino de Dios en la tierra 439. Ofrenda en sacrificio del sufrimiento para la salvación de mis semejantes 440. Invocación del deseo de unidad con María 444. Consagración a María de mí mismo, de mis seres queridos y de mis relaciones 447. Invocación a María por ayuda en la tentación 448. Invocación a María por la pureza 452. Invocación diaria a María por la santificación 453. Invocación al Espíritu Santo, fuego santificante de Dios 454. Bendición para las personas que piden ayuda corporal 455. Alianza de la entrega de mi abandono a María 458. Misterio para las necesidades de un prójimo 460. Alabanza a María, Perla de las almas 464. Oración a María para un semejante que necesite ayuda 465. Invocación del alma desorientada a María 466. Oración urgente por la luz para el mundo 467. Oración a María para conocer mi vocación 468. Tres Ave María para el reino de Dios en la tierra 469. Oración de ruego a María por la fecundidad para el alma 470. Consagración del alma afligida a Jesús 471. Oración a María, Madre del santo sacrificio de la Misa 472. Consagración a los Santos Arcángeles 473. Oración de un alma impotente a María 475. Consagración de mi casa a María 474. Oración a María Madre de la luz 477. Solicitud a María al caer la noche 478. Llamado nocturno por la unidad con María 479. Oración a María por la gracia del amor al prójimo 480. Oración de ruego del llamado de María en el corazón 482. Invocación a María, señal de esperanza 483. Oración a San José por la salvación de la iglesia 484. Llamado para una alianza de santidad 485. Alianza de la total consagración a María 486. Oración de ruego a María por Su protección durante la noche 489. Consagración de las cargas de mi vida a María por la conversión de determinada persona 490. Oración de ruego por la realización de la buena nueva 492. Acto de condolencia a Jesús en el Jardín de los Olivos 494. Oración de ruego a María, Tabernáculo de la Santísima Trinidad 495. Novena a María, Lirio de la Pureza Celestial 499. Letanía para combatir al maligno
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255. INVOCACIÓN AL AMOR DIVINO
(Por Myriam van Nazareth)
Oh Amor Divino, desciende, extiéndete sobre la tierra como una nube celestial.
Brota en los corazones, como flores.
Haz enfermar de deseo a todas las almas que son acariciadas por Tí.
Llena de energía todas los espíritus y cuerpos que están enfermos o deprimidos por el veneno del odio.
Rompe los candados de todos los corazones que se dejan aprisionar por la egolatría.
Resplandece como un sol brillante sobre todos los corazones que languidecen bajo la lluvia de sus propias lágrimas.
Libera a todos los espíritus que están presos por las cadenas de la desesperación.
Cura todo lo que sangra por los golpes del ateísmo.
Irradia calor en lo que se ha enfriado; pues donde se deja entrar a Dios no impera el frío.
Graba en todas las almas el sello de la esperanza imperturbable y la bienaventuranza celestial.
Desciende, oh Divino Amor, para que yo pueda abrazar a mis hermanos y hermanas.
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El Amor Divino es una fuerza de la que el ser humano normal casi no puede hacerse una idea. El alma que está siendo llamada al camino de la mística, experimenta algo de esa fuerza incomparable, durante su función como “canal”, cuando por ejemplo para el tratamiento de las almas con sufrimientos corporales las pone en contacto con la intervención de María. Sin el Amor Divino el alma no puede vivir. Dios ha colocado en el alma el amor como fuerza motivadora. Cada pecado es una aberración del amor. Por eso el alma se asesina a sí misma por el pecado. Es como si mediante el pecado hiciera secar su fuente de energía.
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Mi amado Jesús, ven a mi corazón que hoy quiere ser el lecho celestial de María.
(Myriam, 15 de Agosto 2000)
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Querida, veneradísima Madre María, permíteme abrigarme en Tu corazón; pues en la cámara del tesoro de Tu corazón, están guardadas todas las palabras de Cristo.
(Myriam, 15 de Agosto 2000)
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268. TESTIMONIO DE HONOR A LA SANTA SANGRE DE JESÚS
(Por Myriam van Nazareth)
Jesús sufriente,
qué tesoros tan infinitos se esconden en Tu sangre de liberación que lava mis ojos cuando te contemplo en la cruz.
Oh, derrama pues toda la luz de la hora de la redención en los ojos de mi alma, para que yo reconozca cuán ilimitadamente lo temporal se hunde en la eternidad del cielo que Tú has abierto para mí.
Tu sangre ha llenado Tu cáliz amargo de Getsemaní, para que yo coseche el cáliz del dulce vino celestial.
Tu sangre ha amado el látigo, para que yo pueda amar a mi Dios con cuerpo y alma.
Tu sangre ha empapado las espinas en Tu cabeza, para coronar mi cabeza en el reino del cielo.
Tu sangre ha abandonado Tus heridas para acariciar las heridas de mi alma.
Tu sangre ha emanado de Tu corazón abierto para abrir mi corazón cerrado.
Tu sangre ha embebido Tu cruz, para santificar la cruz de mis cargas.
Tu sangre ha tocado el suelo del Calvario, como un beso celestial en la tierra que me ha de sustentar.
Oh, santísima sangre de Jesús, vino de la mesa festiva de la total entrega, empapa mi corazón, para que mi alma se reanime por toda la eternidad en la fuente del amor y la bienaventuranza.
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269. TESTAMENTO DEL APÓSTOL DE LA NUEVA ALIANZA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
el Padre me ha dado la vida.
El Espíritu Santo ha abierto los ojos de mi alma a la luz de la verdad.
Jesús me ha mostrado el camino y me ha dejado la cruz como guía.
Oh Madre del Cordero de Dios, Tú has escrito Tu nombre en mi corazón con fuego celestial. Sin reserva alguna yo Te he dado mi corazón, para que mi antiguo yo pueda morir en el fuego de Tu tierno amor de madre, para renacer de nuevo en el eco del amor eterno que resuena del corazón dolorosísimo que toda la humanidad heredó en el Calvario.
Así como el cuerpo de Jesús dió testimonio del amor de Dios en la cruz, así besa mi corazón la alianza entre cielo y tierra que en la cruz se firmó con Su sangre.
Madre Dolorosa, ahora me llama Tu corazón para dar testimonio de amor de la nueva alianza.
En Tus manos, que me han dado a Jesús, deposito mi testamento de amor y total entrega.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi espíritu. Quiera Él llenarlo de la plena luz de la verdad para que yo me despose con la cruz de la salvación en el abrazo eterno del alma que ha renunciado al mundo.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi corazón. Quiera Él atravesarlo con la lanza de la misericordia de Dios, para lavar las almas en las que la impureza empieza a extinguir la luz.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi cuerpo. Quiera Él cosumar en él las señales del misterio de la redención; pues el Dios de la nueva alianza no confía Su amor a tableros de piedra.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi fe en la fuerza salvífica de Su cruz y en la sanación de mi sufrimiento.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi esperanza en la resurrección de los que temen a Dios, y en el advenimiento de Su reino a la tierra.
Por medio de Tí le entrego a Jesús mi amor; pues en el amor resplandece la luz eterna, en el amor cada cruz se convierte en bendición, con la sangre del amor se ha escrito la nueva alianza y yo escribo mi testamento para Él, que es el amor.
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296. ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO A MARIA, MEDIADORA E INTERCESORA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
silenciosa bienhechora, que en secreto llenas a las almas de tesoros incomensurables. Cómo podría brindarte una reparación mejor que la total entrega de mí mismo(a).
A Tus pies hago ofrenda de todo mi ser, para que eternamente y con la acción de todas mis fuerzas esté a Tu servicio.
Te doy las gracias, oh Rescate de toda dificultad, Estrella guiadora en los caminos oscuros hacia la aurora del Reino celestial.
Mi alma tenía hambre y Tú le has dado de comer del árbol de la verdad.
Mi corazón tenía hambre, y Tú lo has alimentado con las magnificencias del amor celestial.
Mi cuerpo tenía hambre, y Tú lo has saciado con los frutos de la Providencia Divina.
Yo tenía sed de la presencia de Dios en mi vida y Tú me has deleitado con la fuente de las gracias celestiales que nunca se agota.
Yo era un(a) forastero(a) en el Reino de Cristo, y Tú me acogiste y me convertiste con Tu dulce llamado celestial en mi alma.
Mi alma estaba desnuda, y Tú la vestiste con el anhelo hacia Tus virtudes, hasta que pueda heredar el manto de la santidad.
Mi alma estaba enferma, yTú la visitaste y la curaste de los vestigios del pecado
Mi corazón estaba enfermo, y Tú lo curaste con el bálsamo de Tu amor inmaculado .
Mi alma estaba en la cárcel de las tendencias pecaminosas y Tú la visitaste, para destrozar bajo Tus pies las cadenas de la esclavitud hacia el maligno.
Yo soy pobre, y Tú me sigues colmando con las riquezas imperecederas de la cámara del tesoro del cielo, de la que se te ha confiado la llave.
Qué dulces me son ahora los dolores que por mi ruego fluyen de Tus manos; pues ellos serán las perlas de la corona de muchas almas.
Muchos de los regalos de Tu corazón ardiente de amor no los he entendido, el valor de muchos de ellos permanecerá para mí escondido, hasta que yo me encuentre a Tus pies en el Reino de la luz eterna.
Gracias, oh preciosísimo Regalo de la mano de Dios, por Tu inapreciable intercesión y mediación, y por todos los dones de amor de Tu corazón, por los cuales mi alma, por ignorancia o indiferencia, nunca te ha besado.
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297. EL AVE MARÍA DEL AMOR
(Por Myriam van Nazareth)
Dios te salve María, llena eres del amor celestial,
el Dios del Amor vive en tí,
Bendito es Tu corazón entre todo lo del cielo y la tierra,
y bendita es la Llama del Amor que vive en Tí.
Amorosa María Madre de Dios, ruega por nosotros, los que no conocemos el Amor,
ahora y cuando nos llame el reino del eterno Amor.
Amen
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298. ACTO DE ANHELO DE AMOR CELESTIAL
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
toca mi corazón, para que se encienda con el fuego por el que tanto tiempo ha esperado; pues yo fuí creado(a) para amar ilimitadamente.
Mi alma debe arder sin extinguirse por aquéllos a quienes amo; pues Tu amor ha abrigado sus almas en mi corazón como perlas.
Mi alma debe ser embriagada por la dulce brisa que el aliento del deseo de sus almas hace afluir a mí; pues él abraza mi corazón con los suspiros celestiales del espíritu de Dios.
Mi alma debe dejarse llevar por las olas de sus lágrimas; pues ante el rostro de la justicia de Dios ellas ahogan también mi falta de amor. Oh, haz que mi corazón abrigue sus lágrimas, como las flores al rocío de la mañana, para que mi amor cure sus heridas.
Mi alma debe anhelar cargar con su cruz; pues acaso no amo en ellos el corazón de Tu Jesús?
Oh Reina del Amor, yo arrojo mi corazón en las llamas doradas de Tu alma; pues yo deseo consumirme en el fuego del amor celestial, que elevará a mis seres queridos junto conmigo a la gloria eterna del paraíso.
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Muchas personas no son felices porque no hacen examen de conciencia sobre las verdaderas necesidades de su alma: Dios ha puesto en cada alma un deseo dominante, de brindar el verdadero amor y de una vida en santidad. La vida en este mundo ha ocultado a las personas este anhelo fundamental.
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299. OFRENDA EN SACRIFICIO DE MIS DOLORES POR MIS SEMEJANTES
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
en la contemplación de Tus dolores eternos te abraza mi atormentado corazón infantil al pie de la cruz.
Desde la cruz llueven rosas de amor sobre el corazón que por Tí se deja transformar en un jardín de flores.
Cuán ansiosamente se abre mi alma a las flores de gracia que deben verter en ella la simiente de la disposición al sacrificio por mis hermanos y hermanas.
A través de mi sufrimiento voy a depositar al demonio a Tus pies, oh inmaculada, terror de los demonios; pues mi sufrimiento y mis dolores liberarán a mis semejantes de las cadenas que el pecado ata alrededor de sus almas.
Acaso Tu entrega en Tus dolores no me ha enseñado la ley del perfecto amor que el Redentor con Su sangre en el madero de la cruz ha escrito?
Mi alegría no solamente forma parte de mi corazón. Por eso te pido que Tu dolor no solamente forme parte de Tu corazón. Acaso no soy yo Tu heredero(a)? Acaso no son las lágrimas de Tu corazón las estrellas que alumbran el ensombrecido firmamento sobre los pecadores del mundo? Cómo no voy a desear hacerlas nacer con mis ojos para la fecundación de las almas resecas?
Mira cómo las llamas de la vivificación del espíritu de Dios por Tu intercesión penetran mi corazón para atizar el fuego consumidor del amor doloroso.
Oh Madre de los dolores, sólo el corazón que conoce el fuego del amor conoce también el fuego del dolor. Sólo el corazón que ama los dolores para la liberación de sus semejantes, florecerá en la eterna primavera del amor celestial; pues se convertirá en una huerta, que produce frutos de amor santo.
Mira, en Tu corazón doloroso deposito mi atormentador deseo de sufrimiento por aquéllos a los que amo; pues su dolor me traspasa, su tristeza me ahoga, la noche de su corazón es mi oscuridad.
Como Tú, y a través de Tí, he sido llamado(a) para los dolores de amor del Calvario.
Como Tú, y a través de Tí, voy a sembrar en el terreno de la gracia, para la alimentación de las almas de mis seres queridos; pues a todos los quiero tanto.
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300. INVOCATIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
(Por Myriam van Nazareth)
Inmaculado Corazón de María, alegría y orgullo del cielo, ven a vivir en mí para que mi sangre pueds ser vivificada por Tí.
Haz de mi alma una flor, y ella florecerá para Tí a Tus pies.
Haz de mí un niño, y yo me dejaré alimentar sólo por Tí.
Enciende mi corazón en Tu fuego santo, y mi amor te dará calor.
Enciende en mi espíritu la luz celestial, y mi ardor hará brillar Tu nombre.
Gobierna en mí, y Tu gloria irradiará desde todo mi ser.
Sé mi fuerza en todas mis debilidades, y mi fe glorificará Tu poder.
Sé la aurora sonriente en mi oscuridad y yo pondré mi esperanza en Tí cuando caiga la noche.
Deja crecer a Jesús en mí y yo te daré más gozo día con día.
Acompáñame en mis caminos, y yo seré un guía al cielo.
Sé el corazón celestial que late en mí, y yo viviré eternamente.
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La actitud de total entrega a María es aquélla en la que el corazón esponáneamente suspira: “Sé todo para mí” y “Haz conmigo todo lo que quieras” Por qué? Porque María es el camino real a Jesús y Ella dispone de la perfección, la sabiduría, el amor y el poder para cambiarnos totalmente: de una persona con convicciones mundanas y con ideas y sentimientos mundanos, a una persona santa. Ésto lo hace con la condición de que seamos Sus servidores, sin limitaciones y en completa confianza. Este regalo es infinitamente pequeño en comparación con la bienaventuranza eterna que Ella nos consigue.
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Oh Madre, el camino a la perfección está sembrado con las flores de las virtudes. Sólo quien las recoge, puede avanzar. Y cuando siga hacia la luz, dejará siempre su sombra tras de sí.
(Myriam, 14 de Enero 200)
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Querida Madre María, apiádate de mi heridas del pasado para que hoy la sangre no ahogue más mi corazón.
(Myriam, 25 de Octubre 1999)
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308. SALUDO DE AMOR A MARÍA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María, mi Madre amable, con amor ardiente me refugio en Tus brazos, para entregarte la rosa de mi corazón.
Yo te amo, oh María, porque Tú diste a luz a Jesús para la salvación de mi alma.
Yo te amo, oh María, porque Tu angelical pureza ha derogado para la humanidad la maldición del pecado original.
Yo te amo, oh María, porque Tú ahogas todas mis culpas en las lágrimas que has derramado desde el Calvario.
Yo te amo, oh María, porque Tú alimentas mi alma con el néctar de las gracias divinas.
Yo te amo, oh María, porque Tú envuelves todos mis pecados con el aliento santo de Tu intercesión.
Yo te amo, oh María, porque Tú quieres ser mi Madre, Quien prepara para mí tesoros en el reino del cielo.
Yo te amo, oh María, porque mi inclinación al pecado no te impide acoger todas mis heridas y todos mis dolores en Tu corazón.
Yo te amo, oh María, porque Tú aplastarás la cabeza de Satanás para la liberación del mundo de las cadenas del mal.
Yo te amo, oh María, porque Tu amor ardiente me rescatará el día del juicio.
Yo te amo, oh María, porque Tú me estarás esperando a la hora de mi muerte para conducirme a la eterna bienaventuranza del cielo.
Oh Madre celestial, toma cada latido de mi corazón como una flor de agradecimiento y de alegría; pues yo te amo tanto.
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Jesús mío, Tú has entregado Tu vida como dinero de rescate para muchos. En comparación a Tí yo soy una humilde monedita, pero Dios quiera ver mi entrega como vió la moneda de la pobre viuda.
(Myriam, 22 de Marzo, 2000)
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Pronuncie lo más frecuentemente posible el nombre de “Jesús”, o “Jesucristo” y “María”. Dios mismo ha escogido estos nombres y les ha proporcionado una enorme energía. Las fuerzas del mal tiemblan ante esos nombres. Esos nombres, pronunciados varias veces con amor y con ardor constituyen ya en sí una oración poderosa.
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315. ACTO DE CONDOLENCIA A MARÍA EN EL SÁBADO DE GLORIA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María, fatigada Madre dolorosa,
en mi búsqueda para encontrar un dolor que sea mayor que el Tuyo te encuentro a Tí en el sábado de gloria.
Bajo la cruz del Gólgota Tu corazón adolorido fué atravesado por una espada para que el eterno río de lágrimas de Tu corazón destrozado ahogue a todas las almas humanas en un océano de amor.
Yo me entrego a Tí en Tu soledad. Ven, oh Madre para que yo te pueda acoger en mi casa; pues yo también ya he experimentado cuánto dolor oprime el corazón cuando la luz del sol se extingue a través de la vida.
Yo me entrego a Tí en Tus deseos. Oh Madre cuánto anhelo volverme a encontrar con quienes dieron calor a mi corazón en esta vida. Sólo a Tus pies será ungido el dolor de la separación con el arco iris de la esperanza.
Yo me entrego a Tí en mi nostalgia por mi hogar. Oh Madre, todo mi pasado te lo entrego; pues también en mi corazón vive una pena callada porque extraño aquello que alguna vez me hizo cantar de alegría.
Yo me entrego a Tí en el vacío. Qué enriquecidos eran los días antes de que se te arrebatara Tu gran Tesoro. Ven a mis brazos, oh Madre atormentada, para que juntos nuestros corazones puedan olvidar su pobreza.
Yo me entrego a Tí en Tu inconsolable tristeza por la carga del pecado de la humanidad, que Tu Jesús expió a un precio inconcebible. Oh, acógeme para que yo ya no peque más; pues mi corazón sangra por cada gota de sangre que yo le he costado a Tu Hijo. Mi corazón llora por cada lágrima que yo hice brotar de Tus ojos. Mi corazón se rompe con la espada del dolor que atravesó Tu corazón.
Así como Tú al pie de la cruz no moriste, porque Dios estaba en Tí, yo tampoco muero bajo el peso de mi cruz cotidiana, si Tú estás en mí; pues la Luz Eterna nació de Tí y en altar de la cruz Tú me la has ofrecido, para que yo pueda vivir eternamente.
Por eso vengo a enterrar mi corazón en la profundidad sin fin de Tu dolor, oh María; pues cuando nuestros corazones sean uno en las tinieblas de la noche, nos levantaremos juntos en el éxtasis de la aurora de la resurrección.
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316. ORACIÓN DE PETICIÓN A MARÍA POR LA CONVERSIÓN DE UN ALMA DESORIETADA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
por las innumerables almas desorientadas a las que Tú les has aportado la verdadera luz de Cristo, vengo a Tí con plena confianza con mi oración por la conversión de…. (Nombre).
Oh poderosa mediadora de todas las gracias, intercesora, a la que Dios nada le niega, Madre cuyo corazón arde de amor, apiádate de esta alma para que no se pierda por causa de los engaños del maligno.
Cúralo(a) de la fiebre de sus tentaciones.
Abre sus ojos al camino de engaño en el que se encuentra.
Purifícalo(a) de las cargas de sus pecados.
Enciende su corazón con el verdadero amor que cura todas las heridas y que lo(a) llevará nuevamente a acercarse a su prójimo.
Liberalo (a) de todas los rasgos de su carácter o de sus costumbres que lo(a) alejan de Dios y de una vida de virtudes y dale valor para decidirse por un nuevo camino de pureza en sus comportamientos, palabra y pensamientos.
Yo pido para esa alma la luz del Espíritu Santo, para que pronto despierte de su obcecación, para que deje tras de sí las tinieblas y vea la verdadera luz.
Te pido también, oh amorosa Madre, consigue para esa alma el total perdón de sus pecados, para que encuentre la verdadera felicidad, para la cual Dios la ha creado. Dígnate lavarla con Tus lágrimas y con la santísima sangre de Jesús, para liberarla de toda la maldad de la cual todavía ahora se encuentra prisionera.
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Son tantas las personas las que van encorvadas bajo la cruz que les es impuesta, consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente, por almas desorientadas. En este caso la persona atribulada no puede ni dejarse llevar, ni oponerse al maligno. Esta oposición no debe llevarse a cabo por venganza a través de un nuevo mal, sino debe basarse en una contrareacción de luz: oración, penitencia, sacrificios, y mucha fe, confianza, esperanza, amor y paciencia. Rezar debería ser algo fácil, pero muchas personas se sienten incapaces de encontrar las palabras adecuadas para hablar con Dios. Nosotros podremos raras veces lograr la conversión de un alma extraviada colocándonos contra ella. Argumentando se podría hacer comprender a alguien, pero para lograr resultados permanentes, se requeriría introducir la enseñanza en el corazón del extraviado para así ser acogida realmente. Esto sólo puede acontecer por medio del amor: El maligno es impotente ante el verdadero amor. Mediante la oración debemos invocar el descenso de las gracias para poder proporcionar el amor y encontrar el adecuado trato con las almas desorientadas.
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322. PROMESA DIARIA A MARÍA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María, Santísima Virgen y Madre de Jesús,
yo quiero hoy aspirar a la santidad, que Dios ha predestinado para todos los humanos para la glorificación Tuya, la Señora de todas las virtudes.
Yo quiero hoy aspirar al ardorosísimo amor para la glorificación Tuya, la Corredentora que aceptó la cruz de Su Hijo por amor a todos los humanos.
Yo quiero hoy aspirar a la pureza de los ángeles para glorificación Tuya, la perfecta flor inmaculada en Quien los ángeles reconocieron a Su Superiora.
Yo quiero hoy evitar todo pecado, para glorificación Tuya, que permaneciste completamente libre de pecado.
Yo quiero hoy amar mi cruz y entregarte todos los frutos de mis sufrimientos, para glorificación Tuya, Madre mía de los dolores, que por mí sufrió inmensamente y que todavía derrama Sus lágrimas por todos los pecados del mundo.
Yo quiero hoy entregarte todas mis oraciones, sacrificios y penitencias, por la santificación de las almas, para glorificación Tuya, templo santísimo de la Santísima Trinidad y Arca de la Nueva Alianza.
Yo quiero hoy realmente ser Tu hijo(a) siguiendo a Jesús en obras y renuncias, para glorificación Tuya, Madre de Dios y Madre de todos los humanos.
Yo quiero hoy servirte enteramente en la lucha contra todo lo malo, para glorificación Tuya, estrella de la mañana de la venida del reino de Dios en la tierra.
Yo quiero hoy dejarme guiar totalmente por Tí, para glorificación Tuya, que eres la excelsa elegida de Dios, mediadora de todas las gracias y sede de la sabiduría.
Yo quiero hoy pertenecerte completamente como Tu posesión y propiedad, para glorificación Tuya, la reina del cielo y de la tierra y puerta del cielo, que guías a las almas a la eterna bienaventuranza.
Oh reina altamente sublime, santa y perfecta lilia celestial, yo te prometo hoy la entrega de todo mi ser, de toda mi alma, mi espíritu, corazón y cuerpo a Tí, Quien ha sido entregada a mí por Dios como guía infalible a la vida eterna.
Para cumplir mi promesa te pido que derrames las gracias del Espíritu Santo en mi alma, para que yo esté en disposición de estar a Tu servicio contribuyendo a la fundación del reino de Dios en la tierra.
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Rece usted esta oración diariamente y distribúyala tanto como sea posible. Es un instrumento para la fundación del reino de Dios en la tierra: Quien se entrega totalmente a María será un apóstol del amor eterno.
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327. ORACIÓN DE RUEGO DE UN SERVIDOR DE MARÍA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
ahuyenta de mi corazón y de mi alma toda tiniebla, para que de mí resplandezca la eterna luz del interminable día del cielo.
Esparce en el suelo de mi corazón y de mi alma la simiente santa de Tu jardín de la inmaculada santidad, para que en mí se abran las flores de las virtudes que encienden hasta los corazones de los ángeles.
Inflama mi corazón y mi alma con el fuego que aporta embelesos de Tu corazón embriagado de amor, para que yo pueda encender incluso hasta las cruces del dolor en las almas; pues todavía oprime el frío del Gólgota el corazón de Jesús.
Rompe en mi corazón y en mi alma toda resistencia mundana con Tu celestial ternura, para que hasta el sonido de los latidos de mi corazón sea un bálsamo dulce de curación para los corazones sufrientes.
Sella mi corazón con la sangre de Tu corazón, de la que nació la sangre de Jesús, para que cada latido de mi corazón derrame el perfume de las maravillas celestiales a las almas.
Bendice mis manos con Tu beso celestial para que todos los sufrientes que las toquen, experimenten el encantamiento de Tu amor celestial.
Labra el suelo de mi corazón y de mi alma según Tu agrado, para que en mí se abran las flores de las almas como un tapete de glorificación bajo Tus pies.
Unge mi alma con las gracias santificadoras del espíritu de Dios, para que todas mis palabras y acciones depositen el perfume de Tu alma en los corazones; pues ellos tienen tanta hambre del testimonio del jardín del cielo.
Oh, confía a mi corazón Tu llave que quema todos los candados con el fuego de la gracia, para que yo pueda abrir a las almas a Tu dulce señorío de infinito amor celestial.
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Quien se coloca al servicio de María mediante una consagración sincera, pronto se hará consciente de sus propias debilidades, insuficiencias y errores. Esta persona no sentirá en primer lugar un reproche por parte de María, sino que es más bien un rápido desenvolvimiento de un sentimiento de vergüenza o de tristeza por las propias insuficiencias, que motivarán a esta persona a afanarse en sí misma. Del mismo modo pronto comprenderá que no está en su mano su ulterior desenvolvimiento sino que es María la que procura guiarla paso a paso hacia la perfeción. Es importante que no nos interpongamos en su maravillosa intervención por intolerancia o impaciencia hacia nosotros mismos, sino que con paciencia nos afanemos en asemejarnos cada vez más a María. El efecto de las gracias determinará cuán rápidamente se efectuará nuestra santificación. Sólo el esfuerzo sincero se espera de nosotros.
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334. ACTO DE ESPERANZA EN MARÍA
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
en Tí puso Dios los tesoros de Su infinito amor. Tu alma fué mantenida libre de todo pecado y la podredumbre de la muerte nunca te tocó. Tu manto es el rocío que después de las tinieblas me despierta a la vida. En Tí espera todo mi ser; pues Tu luz y Tu amor han sembrado en mí las flores de la esperanza.
En Tí yo espero, cuando el manto de la noche cae sobre mi corazón, y la luz de la aurora parece estar muy lejos; pues Tú eres la bendita estrella de la mañana
En Tí yo espero, cuando el regalo del amor se me ha arrebatado del corazón; pues yo sé que en Tu corazón me espera el fuego celestial que me consumirá en un abrazo de eterna bienaventuranza.
En Tí yo espero, cuando sospecho que en mi alma hay más hierba mala que rosas; pues quien deja entrar el viento de Tu jardín al jardín de su alma, se fecundizará con las más hermosas flores celestiales.
En Tí yo espero, cuando mi cuerpo parezca sucumbir bajo el peso de la cruz; pues Tu amor ha sostenido a Jesucristo, hasta que Su cuerpo entregó la última gota de sangre, que Él de Tí recibió.
En Tí yo espero, cuando la niebla del miedo o de la duda encubra mi futuro; pues qué niebla resiste la luz que resplandece de Tu inmaculado corazón doloroso. Como podría mi día de mañana no sonreír cuando Tú has llamado al sol a bajar a mi camino?
En Tí yo espero, cuando mi camino abandone los ricos vergeles hacia el solitario desierto; pues en Tí están el amor tierno, el dulce abrigo y todas las riquezas del reino de las alegrías celestiales.
En Tí yo espero, cuando el último fulgor de la luna en el ocaso de mi vida me abra los ojos a lo desconocido; pues quien te tiende la mano, entra en el reino del sol eterno.
En Tí, oh Madre María pongo toda mi esperanza, porque yo creo en el poder de Tu infinito amor, que no encuentra sosiego hasta que me tengas a Tu lado.
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La esperanza es una de las mayores virtudes. Ella expresa que uno espera que para los problemas pueda llegar la solución y que uno lo espera de Dios (por ej. a través de María) La esperanza supone siempre una base de fe. Quien en María espera no saldrá decepcionado, pues Ella hace todo para ayudar a quien íntimamente y lleno de confianza se le ha consagrado. Esta ayuda puede tomar muchas formas, y también el momento en que se manifiesta no es predecible. La mayor ayuda es la que concierne a la vida eterna del alma, así como aquella por la que el alma alcanza la correcta actitud para crecer en la santidad.
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335. LETANÍA A MARÍA POR CONVERSIONES
(Por Myriam van Nazareth)
Santísima Virgen María,
Mediadora de todas las gracias, Salvadora de innumerables almas.
En Tí pongo toda mi esperanza y mi confianza por la salvación del alma de…(Nombre). Te pido para él(ella) la gracia de la conversión.
(A cada llamado se antepone “Yo creo en Tí, María”, y después de él “salva esa alma”).
…, santo fuego de amor,…
…, luz dorada de santidad,…
…, lilia de perfecta pureza,…
…, hermosísima rosa del paraíso,…
…, elegida Madre del Redentor,…
…, llave de la puerta del cielo,…
…, cámara del tesoro de los misterios de Dios,…
…, vencedora del demonio,…
…, reina de las almas,…
…, absolución de los pecadores,…
…, salvadora de los corrompidos,…
…, estrella en las tinieblas,…
…, mano que rescata a los extraviados,…
…, señora de los ángeles de Dios,…
…, alegría del cielo,…
…, última esperanza de los moribundos,…
…, corredentora junto a la cruz,…
…, invocadora del Espíritu santo,…
…, voz del cielo,…
…, fuente de conversiones,…
…, escudo de los débiles,…
…, simiente de virtudes celestiales,…
…, caudal de gracias para las almas marchitas,…
…, flor de la vida eterna,…
…, luz del recogimiento,…
Oh María, Santísima Inmaculada Concepción, perfecta en virtudes, La que rompió toda tentación y todo pecado, a Tí te confío el bienestar, la salvación y la purificación del alma de …(Nombre). Dígnate curar a esa alma de sus heridas, de las huellas del pecado y sobre todo de lo que la induce al pecado, para que pueda llevar en sí la luz de Dios, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Persígnese y agradezca a María).
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338. ORACIÓN DE RUEGO A MARÍA POR UN ALMA EN LA HORA DE SU MUERTE
(Por Myriam van Nazareth)
Santísima Virgen María,
Madre de todos los humanos, Madre celestial de … (Nombre de la persona por quien se reza)
En nombre de Jesucristo, Tu Hijo y Redentor de todas las almas, pido por Tu perceptible presencia ante ….. (Nombre)
María, Terror del demonio, aleja de esa alma toda arremetida del maligno, para que ella pueda en paz y quietud avanzar hacia la puerta del cielo.
María, Inmaculada Concepción, purifica esa alma de toda mancha, para que sea hallada digna de entrar en el reino de cielo.
Maria, Mediadora de todas las gracias, concédele a esa alma la gracia de un fallecimiento apacible y la pronta contemplación de la gloria de Dios.
María, Reina del paraíso, acompaña a esa alma en su transición al reino de Dios de la luz eterna.
María, Intercesora ante Dios, defiende a esa alma ante el trono de Dios con el fuego de Tu amor para el completo perdón de todos los pecados de su vida.
María, Corredentora bajo la cruz, ofrece a la Santídima Trinidad la preciosa sangre de Jesús, y Tus lágrimas, para la absolución de esa alma de todas sus culpas.
María, Señora de los ángeles, envía ahora al arcángel san Miguel para que proteja a esa alma en su última lucha, y a los ángeles de la luz, para acogerla en la paz celestial.
Oh, Poderosísima Madre de Jesús,
Ahora, que Dios está llamando al alma de ...(nombre) yo lo(la) consagro a la santa cruz de Cristo, y a Tu inmaculado corazón para que muera como un(a) hijo(a) que pertenece completamente a Dios. En Tu corazón doloroso yo deposito todas sus enfermedades, dolores, aflicciones, preocupaciones, tormentos y achaques que durante toda su vida sufrió en su cuerpo, espíritu y ánimo, como reparación a todos sus pecados y deudas para con Dios, y con ello pueda merecer pronto entrar en la vida eterna de bienaventuranza del cielo. En nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo. (Haga la señal de la cruz; después de esta oración rece, si es posible, el rosario.)
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Esta oración puede usarse como consagración de personas muy enfermas, aún cuando usted no se encuentre presente ante la persona afectada. Rece esta oración también para quien se encuentre en peligro, o cuando usted tenga inseguridad sobre su destino (por ej. desaparecidos, etc) o incluso aún despues de su fallecimiento. También sería una buena idea rezar esta oración todos los días por alguna persona que se encuentre en agonía, que usted ni siquiera conoce, en cualquier parte del mundo...
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340. INVOCATIÓN EN LA NECESIDAD, POR LA LIBERACIÓN DE TODO LO MALO
(Por Myriam van Nazareth)
Amado Padre Eterno, único Dios del amor. A la luz del Espíritu Santo, en presencia de Jesucristo, y por la intercesión de la Santísima Virgen María, te pido que me liberes del maligno, que me instiga, me seduce y quiere arrojar mi alma a la perdición.
Alabada sea la encarnación de Jesucristo, por la cual el ser humano se desposó con Dios, para humillación del demonio.
Alabadas sean las heridas de Jesucristo mediante ls cuales el sufrimiento humano se convirtió en un arma para la paralización del demonio.
Alabada sea la preciosa sangre de Jesucristo, por la cual se enjuagó de las almas todo veneno del demonio.
Alabada sea la cruz de Jesucristo, por la cual el alma, a la luz de la gracia, se librará del poder del demonio.
Alabada sea la resurreción de Jesucristo, mediante la cual el ser humano se volvió intocable por la muerte por el pecado.
Alabada sea la inmaculada concepción de María, con la cual Dios eximió completamente a un alma humana de las garras del demonio.
Alabada sea la perfección de María en todas las virtudes, con la cual el demonio fué humillado completamente por un ser humano.
Alabada sea la virginidad eterna de María, con la cual Dios elevó a un ser humano al nivel de los ángeles.
Alabados sean los dolores y las lágrimas de María, donde el demonio fué vencido a través del sufrimiento humano.
Alabada sea la coronación de María como reina del cielo y de la tierra, con lo cual un alma humana se elevó sobre todo, y recibió el poder sobre todos los demonios.
En el poder invencible del Dios Trino, y de la Santísima Virgen María, ordeno ahora a todas las fuerzas del tormento, de la tentación, del engaño y de las tinieblas alejarse de mi camino y reconocer su impotencia a la luz de la cruz y a los pies de la Madre de Dios. Así lo quieren Jesucristo, mi Redentor, y María, mi Corredentora, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Haga la señal de la cruz, si es posible con agua bendita)
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La alabanza a las grandes cualidades de Jesús y de María y a Sus merecimientos en lo que respecta a la redención, es un medio muy poderoso para la petición de gracias, porque le proporciona a Dios el más grande honor.
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342. LETANÍA AL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA
(por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María,
deposita en todos los labios Tu santísimo nombre, que ha sido revestido por Dios con un infinito poder. Que él lleve la eterna salvación a todas las almas y que purifique nuestro mundo de toda tiniebla.
Santo nombre de María, purifica mi alma, mi espíritu, mi corazón y mi cuerpo.
Santo nombre de María, sé mi luz en mi camino a Cristo.
Santo nombre de María, grábate Tú Misma eternamente en mi alma.
Santo nombre de María, enciende mi corazón con el fuego santo del amor.
Santo nombre de María, sé mi fuerza en cada momento de debilidad.
Santo nombre de María, sé la sangre de la vida para todo mi ser.
Santo nombre de María, libérame de toda inclinación pecaminosa.
Santo nombre de María, aleja de mí todo lo malo.
Santo nombre de María, ahuyenta de mi a todos los demonios.
Santo nombre de María, sé mi fuente de alegría celestial.
Santo nombre de María, sé mi consuelo en toda aflicción.
Santo nombre de María, estámpate Tú Misma como un sello en mi casa.
Santo nombre de María, siembra la paz de los ángeles en mi corazón.
Santo nombre de María, convierte a todos los pecadores.
Santo nombre de María, abre cada alma a la redención.
Santo nombre de María, abre cada corazón a la palabra de Dios.
Santo nombre de María, sé mi llave a la puerta del cielo.
Santo nombre de María, sé mi aliento para la vida eterna.
Santo nombre de María, abre las fuentes de la gracia a las almas.
Santo nombre de María, llama al Reino de Dios a descender al mundo.
Santo nombre de María, hazme santo(a).
Celestial Madre María, que al pronunciar Tu santísimo nombre repare un pecado, que conmueva el corazón de un pecador, libere a un alma del purgatorio o que abra un alma a la gracia que hace santo.
Esto lo deseo como Tu servidor(a), en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (hacer la señal de la cruz.)
